Brando - emprendedores

Que hizo: sacudió el mercado con el relanzamiento de Rasti y no sólo lo transformó en un éxito de ventas, sino que amplió la categoría de juguetes didácticos al insertar la marca en el vínculo entre padres e hijos.

Como lo hizo: a los 3 años, Daniel acompañaba a su padre en el recorrido que hacía para vender los juguetes de la fábrica familiar. Luego, ya mayor, se involucró en el desarrollo de software para la operación de la planta y aprendió a importar juguetes en la convertibilidad. A la par de su trabajo, estudió administración, marketing y tiene a medio hacer un MBA. Las reglas de juego económicas planteadas desde 2002 le permitieron acercar a la familia la idea de renovar las líneas de juguetes, y allí surgió el nombre de Rasti, la tradicional marca que en las décadas del sesenta y setenta dominó el mercado de juegos con piezas plásticas de construcción. A todo el proceso se lo llamó Proyecto R y se mantuvo en total confidencialidad entre los hermanos. Así consiguieron la marca, que estaba prácticamente olvidada en trámites burocráticos, obtuvieron las matrices de fabricación dispersas en galpones oxidados y llevaron a cabo estudios de mercado para conocer su fuerza emocional. Luego, aggiornaron y posicionaron los productos como una alternativa a los juegos electrónicos.